Cuando Tatlin, en 1.913 ve en París una exposición de pintura de Pablo Picasso queda gratamente sorprendido, hasta el punto que cuando vuelve a la URSS decide comenzar un cambio en el arte de su país. Rusia estaba inmersa en la catástrofe de la Primera Guerra Mundial y sólo quedaba la opción de un desarrollo propio, que supondría la Revolución Soviética en 1.917.
Bajo el lema "Hacer arte es formar al material", surge un nuevo movimiento llamado Constructivismo Ruso.
Este nuevo movimiento pretendía manifestar las virtudes del obrero, el mejor ejemplo a este manifiesto es el Monumento a la III Internacional, un proyecto monumental que jamás llegó a construirse.
Este nuevo movimiento pretendía manifestar las virtudes del obrero, el mejor ejemplo a este manifiesto es el Monumento a la III Internacional, un proyecto monumental que jamás llegó a construirse.
Pero el Constructivismo Ruso no fue únicamente un movimiento arquitectónico, sino artístico, los cuales se plasmaron en numerosas portadas de libros, revistas, carteles publicitarios... con un rasgo cubista y futurista.
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